El estudio Masquespacio ha sido el encargado del diseño interior. Gracias a su trabajo, al entrar en el local te sumerges en ese sueño del niño o niña que llevamos dentro. La tienda se compone de suelos y paredes de mosaico que representan la hoja en blanco de los cuadernos. Además, en cada una de las secciones se muestra alguna de las especialidades (matemáticas, caligrafía y lengua) con elementos interactivos.
Desde el primer momento que pisas el espacio encuentras elementos lúdicos e interactivos con los que disfrutan grandes y pequeños.
Un viaje de lleno a la nostalgia de los veranos de la infancia. Un regreso al pasado, a ese tiempo estival en el que los cuadernos de caligrafía eran un elemento más del clásico y largo verano de un niño o niña español. Largas horas en la piscina, castillos en la arena, paseos en bici, siestas con la banda sonora del Tour de Francia y, por supuesto, una hora al día de “cuadernillo” Rubio.
La flasgship de Cuadernos Rubio es un lugar para ver, tocar y experimentar.